DERECHO
Del Derecho se ha dicho que es un conjunto
de normas jurídicas que forman un sistema hermético
al punto que las soluciones hay que buscarlas en las propias
normas, criterio válido durante mucho tiempo y que, por lo
demás, hay cierta cuota de certeza que ofrece seguridad
jurídica a las relaciones sociales que se desarrollan en
ese lugar.
En principio, digamos que es un conjunto de
normas de carácter general, que se dictan para regir sobre
toda la sociedad o sectores preestablecidos por las necesidades
de la regulación social, que se imponen de forma
obligatoria a los destinatarios, y cuyo incumplimiento debe
acarrear una sanción coactiva o la respuesta del Estado a
tales acciones. Estas normas no son resultado solamente de
elementos racionales, sino que en la formación de las
mismas inciden otros elementos, tales como intereses
políticos y socioeconómicos, de valores y
exigencias sociales predominantes, en tanto condicionan una
determinada voluntad política y jurídica, que en
tanto se haga dominante se hace valer a través de las
normas de Derecho. A su vez esas normas expresan esos valores,
conceptos y exigencias, y contendrán los mecanismos para
propiciar la realización de los mismos a través de
las conductas permitidas, prohibidas o exigidas en las diferentes
esferas de la vida social.
La diversidad social y de esferas en que
metodológica y jurídicamente se pueden agrupar, es
consecuencia del nivel de desarrollo no sólo de las
relaciones, sino también de la normativa y de las
exigencias de progreso de las mismas, pero aún con esta
multiplicidad de normativas existentes, el Derecho ha de ser
considerado como un todo, como un conjunto armónico. Esa
armonía interna puede producirse por la existencia de la
voluntad política y jurídica que en ellas subyace.
En sociedades plurales la armonía de la voluntad
política depende de la coincidencia de intereses de los
grupos político partidistas predominantes en el
legislativo y en el ejecutivo, así como de la continuidad
de los mismos en el tiempo. Cambios también se pueden
producir con las variaciones de los intereses
socioeconómicos y políticos predominantes, al
variar la composición parlamentaria o del gobierno.
Asimismo, en sociedades monopartidistas y con presupuesto de la
unidad sobre la base de la heterogeneidad social existente, la
armonía de la voluntad normativa es mucho más
factible si bien menos democrática, lo que no quiere decir
que se logre permanentemente; la base de la armonía radica
en los intereses únicos del partido.
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